Aparecen desperfectos en el edificio contiguo al desalojado en el 2007.Los vecinos reclaman soluciones ágiles y estudian realizar protestas.
23/03/2009 JUAN M. NIZA (Diario Córdoba)
La aparición de nuevas grietas "en solo tres días" en el bloque 34 de la calle Loja, el edificio contiguo al inmueble que fue desalojado hace dos años y diez días por el riesgo de desplome, ha multiplicado la inquietud entre los residentes del barrio de la Guita, un conjunto de edificios promovidos hace más de medio siglo por un patronato que ahora carece de fondos para frenar el deterioro que sufren estas viviendas, muchas de ellas aún de su propiedad.
"Esto se ha producido en solo tres días. Hasta la puerta de la calle se ha desencuadrado", explicaba ayer Raúl Vielva mientras mostraba al fotógrafo las grietas recién aparecidas tanto en el exterior como en el interior de su vivienda. La vecindad con el bloque 36 de la calle Loja, que precisamente fue desalojado por el riesgo que corrían sus ocupantes, intranquiliza aún más a los residentes del bloque 34.
Los nuevos desperfectos también han alarmado al vecindario, que ya tiene una larga lista de elementos deteriorados y que ayer planteaban la necesidad de realizar protestas públicas en demanda de soluciones ágiles por parte de las administraciones. Mientras, se está a la espera de unas obras, a cargo de los fondos anticrisis, para drenar el subsuelo de la calle Loja y eliminar filtraciones subterráneas y de la anticuada red de saneamiento, un problema al que se le achaca los desperfectos que están sufriendo las viviendas. En un principio, se anunció que estos trabajos en la calle comenzarían hace dos semanas.
23/03/2009 JUAN M. NIZA (Diario Córdoba)
La aparición de nuevas grietas "en solo tres días" en el bloque 34 de la calle Loja, el edificio contiguo al inmueble que fue desalojado hace dos años y diez días por el riesgo de desplome, ha multiplicado la inquietud entre los residentes del barrio de la Guita, un conjunto de edificios promovidos hace más de medio siglo por un patronato que ahora carece de fondos para frenar el deterioro que sufren estas viviendas, muchas de ellas aún de su propiedad.
"Esto se ha producido en solo tres días. Hasta la puerta de la calle se ha desencuadrado", explicaba ayer Raúl Vielva mientras mostraba al fotógrafo las grietas recién aparecidas tanto en el exterior como en el interior de su vivienda. La vecindad con el bloque 36 de la calle Loja, que precisamente fue desalojado por el riesgo que corrían sus ocupantes, intranquiliza aún más a los residentes del bloque 34.
Los nuevos desperfectos también han alarmado al vecindario, que ya tiene una larga lista de elementos deteriorados y que ayer planteaban la necesidad de realizar protestas públicas en demanda de soluciones ágiles por parte de las administraciones. Mientras, se está a la espera de unas obras, a cargo de los fondos anticrisis, para drenar el subsuelo de la calle Loja y eliminar filtraciones subterráneas y de la anticuada red de saneamiento, un problema al que se le achaca los desperfectos que están sufriendo las viviendas. En un principio, se anunció que estos trabajos en la calle comenzarían hace dos semanas.
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