08/10/2009 I. LEÑA (Diario córdoba)
La empresa municipal Vimcorsa pretende darle una solución "definitiva" a los problemas del bloque 7 de la calle Punta Umbría, en el barrio de La Guita. Así lo expresó ayer su presidenta, Victoria Fernández, tras la reunión que mantuvo con los vecinos, con el delegado provincial de Vivienda, Francisco García, y con técnicos de las dos administraciones. El objetivo es no tener que intervenir más adelante porque se reproduzcan las grietas, por lo que, según indicó, la solución será "estructural", de "cimentación o lo que haga falta".
La empresa tranquilizó a los habitantes del bloque, asegurando que "el edificio no corre riesgos", que los arquitectos lo visitarán asiduamente y que en poco tiempo plantearán una solución. Respecto al miedo que tienen a un posible desalojo como ocurrió en el número 36 de la calle Loja, Fernández señaló que la situación de los dos inmuebles es distinta. Precisamente, el mismo ingeniero que estudió el bloque desalojado analizará los resultados de las catas que se están realizando en Punta Umbría, 7.
Mientras, los vecinos siguen inquietos por las grietas de sus pisos. Uno de ellos, Antonio Fernández, se ha ido temporalmente a casa de su hija mientras realizan catas en su cuarto de baño. Otra vecina, María del Carmen Ruiz, también ha decidido dejar su hogar por un tiempo. Por su parte, María Teresa Pérez lamenta que "esto es un sinvivir y no nos queremos ver como el bloque 36 de Loja, que en menos de una hora fue desalojado".
La empresa municipal Vimcorsa pretende darle una solución "definitiva" a los problemas del bloque 7 de la calle Punta Umbría, en el barrio de La Guita. Así lo expresó ayer su presidenta, Victoria Fernández, tras la reunión que mantuvo con los vecinos, con el delegado provincial de Vivienda, Francisco García, y con técnicos de las dos administraciones. El objetivo es no tener que intervenir más adelante porque se reproduzcan las grietas, por lo que, según indicó, la solución será "estructural", de "cimentación o lo que haga falta".
La empresa tranquilizó a los habitantes del bloque, asegurando que "el edificio no corre riesgos", que los arquitectos lo visitarán asiduamente y que en poco tiempo plantearán una solución. Respecto al miedo que tienen a un posible desalojo como ocurrió en el número 36 de la calle Loja, Fernández señaló que la situación de los dos inmuebles es distinta. Precisamente, el mismo ingeniero que estudió el bloque desalojado analizará los resultados de las catas que se están realizando en Punta Umbría, 7.
Mientras, los vecinos siguen inquietos por las grietas de sus pisos. Uno de ellos, Antonio Fernández, se ha ido temporalmente a casa de su hija mientras realizan catas en su cuarto de baño. Otra vecina, María del Carmen Ruiz, también ha decidido dejar su hogar por un tiempo. Por su parte, María Teresa Pérez lamenta que "esto es un sinvivir y no nos queremos ver como el bloque 36 de Loja, que en menos de una hora fue desalojado".
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